viernes, 24 de julio de 2009

Enternece mi alma

Ablanda mi alma, tierno Amor mío, con todo lo que llegue a mi vida. Hay veces en que me lamento amargamente al ver con claridad mi falta de amor, la dureza de mi corazón, mis errores, mis debilidades. Sin embargo, eres tan dulce, tan indulgente, tan animador, tan tierno hacia mí. Eres la dulzura de la vida. Por Tu amor puedes convertirlo todo en belleza, puedes hacer que lo amargo sea dulce. Cada sufrimiento se convierte en un arroyo de compasión para compartir con los demás. Todos nuestros errores se convierten en un árbol de conocimiento para el bien, de la clase más dulce. Tu perdón es el néctar del Cielo, de modo que podamos probarte y ver cómo eres.

Señor, ablanda mi alma con el roce de Tu mano tierna. Moldéame, conviérteme en el fruto de Tu amor. Toma mis dificultades y penurias, desilusiones y lágrimas, y haz que mi alma sea más profunda. Toma mis fracasos y todas las cosas que debería haber sido y hecho que me duelen cuando pienso en ellas y haz que mi alma sea más tierna, más amorosa, más compasiva, más comprensiva. Válete de toda mi vida para enternecer la de los demás.

Enternece mi alma con Tu presencia. Enternece mi vida mientras vivo cerca de Ti. Enternece mis palabras al hablar a través de mí. Enternece mis ojos al ayudarme a ver a la gente como la ves Tú. Enternece mi rostro al hacerme ver Tu luz y Tu rostro de amor. Enternece mi toque al ayudarme a salir al encuentro de los demás. Enternece mis actos por Tu Espíritu que vive a través de mí. Haz que sea más agradable la vida de quienes me rodean al darme el valor de hablar con fe. Ablanda mi alma, Señor, mientras te la entrego por entero para que vivas en mí.

Eres lo más tierno de todo. Incluso el aire tiene un dulce aroma cuando estás cerca. La experiencia amarga se vuelve un agradable peldaño hacia un mayor crecimiento. La tristeza, las lágrimas, la angustia forman hitos que abren nuestro corazón a las bóvedas de enormes riquezas, a fin de que otros sean más ricos mientras compartimos esos tesoros de compasión. Haz que tenga más ternura en toda circunstancia, porque es Tu amor el que trata de extraer la miel del panal estrujado de nuestra vida.

Escuchar Tu voz convierte los sonidos en música. Sentirte hace que los golpes de la vida se conviertan en afecto por los demás. Conocerte trae gozo y sentido a todo. Verte nos da dirección. Leer acerca de Ti nos da entendimiento. Pero Tu amor es lo más dulce que hay en el Cielo y en la Tierra. Probarte y asimilar la esencia de Ti en nuestra alma es lo que nos hace como Tú.

Ablanda mi alma, Señor, y haz que me parezca más a Ti.

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