martes, 28 de julio de 2009

Una vida Hermosa es aquella...

Es frecuente comparar la vida, con el curso de un rio, ya que se asemeja en varias cosas, como cuando este, se estrecha o se ensancha, o recorre por lugares tranquilos y otros rápidos turbulentos y espumosos que terminan en lagunas cristalinas. Las aguas de los ríos fluyen incesantes hasta diluirse en el mar.

Al igual que un rio, una vida hermosa es aquella que en cada una de sus etapas, ya sea tranquila o tumultuosa, se aferra a Dios y fluye apoyada en Su voluntad. Todos disfrutamos de la placidez de los valles y llanuras y nos gustaría quedarnos allí para siempre. Pero la vida continúa y Dios sabe por dónde nos llevara. Por desfiladeros torrentosos y empinados y hasta por cataratas donde pareciera que nuestro corazón se paraliza. Pero nunca estamos solos, Dios siempre nos acompaña y nos toma de su mano. Esto hace que nuestra vida sea emocionante y la queremos vivir a plenitud

Que es lo que más atrae a turistas, fotógrafos y artistas, acaso la calma del rio cuando corre sereno por los valles, no, lo que más despierta su atención son las cataratas, donde el agua cae de las altura con ímpetu sobre las rocas. Levantando una nube de espuma y humedad. Sin embargo, si se observa con atención se alcanza a ver allí un arcoíris multicolor. En nuestra vida también, Su presencia se vislumbra en los momentos más difíciles de la vida.

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